María Burgaz | Declaración de artista
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declaración de artista

Ser artista es una necesidad vital que con suerte se convierte en trabajo. Ante la necesidad creativa no se puede escapar, hay que mirarla de frente y darlo todo, sabiendo y asumiendo que los resultados no son uniformes ni predecibles. 

La creación da libertad, ofrece la oportunidad de vivir otra realidad, casi otra vida. Y esa energía es tan fuerte que siempre se sobrepone a cualquier adversidad, porque es alimento para el espíritu.

Esa es mi motivación y la energía que necesito para ir cada día a mi estudio a pasar los mejores momentos. También los peores.

En la actividad creativa no hay dos días iguales, ni dos obras iguales, y eso es adrenalina para mí.

La forma de expresión más recurrente en mi trabajo es la pintura, entendiéndola en el sentido más amplio. Ahora me encuentro en un momento en el que todas las técnicas pueden convivir porque sus diferencias las enriquecen, y consigo unos acabados llenos de matices plásticos que buscan una emoción sensorial. La pintura es ante todo eso: pintura en un soporte que debe suscitar unas emociones distintas en cada persona.  Pero además de esta primera necesidad técnica, en mi obra hay mensajes, hay historias, hay música, en definitiva hay una vida, mi vida. 

Los cuadros tienen una lectura, invitan a un momento de reflexión para sentirse por un momento en otra piel, o por qué no para sentirse identificado con lo que allí se representa.  Lograr arrancar una sonrisa de alguien que contempla una obra también es un éxito; el sentido del humor y la risa siempre formarán parte de mi rutina. 

En mi caso crear arte es un acto individual, solitario, que llena mi vida, pero que aspira a llegar a otros, a aportar ese pequeño momento de emoción en otras personas. 

En estos momentos la incorporación en mis obras de fotos antiguas, algunas familiares otras encontradas en revistas… hacen que el presente y el pasado se den la mano en una transición y convivencia amable y emocionante. El contraste del blanco y negro de esas fotos, con el predominio del color que siempre me ha acompañado y que no puedo evitar, también son parte de esa búsqueda del encuentro de varias épocas. Sin duda estas incorporaciones también se deben a mi momento vital, ahora ya pasado el ecuador, y que hace que mire atrás, que entienda mejor muchas cosas y que siga viviendo cada día con entusiasmo y optimismo.